Hasta hace poco, eran blancos para hacer deporte y negros, marrones o azules para todo lo demás
La corbata, la pajarita, los gemelos y ahora los calcetines. Aunque el armario del hombre tiene más limitaciones que el de la mujer, en los últimos tiempos hemos visto cómo ha dejado de ser gris o azul y ha incorporado el color, a veces incluso hasta con los tonos ácidos. Los últimos en adherirse a esta tendencia han sido los calcetines, que han pasado de ser aburridos a lo más alegre de la moda, y han cobrado tanto protagonismo en el estilismo masculino que marcan la tendencia en cada conjunto.
El origen de los calcetines estampados podemos encontrarlo en los rombos escoceses, pero sin duda el pionero en poner de moda esta prenda fue el inglés Paul Smith. El diseñador incluyó sus características rayas en calcetines de algodón y éstos se convirtieron en un símbolo de modernidad, estilo y atrevimiento por parte de aquellos hombres que los dejaban asomar bajo su pantalón en un simple cruce de piernas.
Este otoño en Londres son la tendencia más marcada para los hombres. De cebra, leopardo, de grandes lunares, estilo cargo, a rayas multicolores, … chillones y poco discretos, nunca pasan desapercibidos. La idea es dar un toque de color a los aburridos looks de oficina o a los a veces tristes outfits del invierno.
La firma sueca Happy Socks, que ha vendido millones de calcetines en 50 países, tiene algunos de los modelos más desenfadados. También Next y Topman. Y para lograr el efecto deseado no debes combinar el color de los calcetines con el del pantalón (mejor doblado), sino con las prendas de arriba, ya sea una chaqueta o jersey, así como una camiseta o con el cuello de la camisa.
